El Himno Nacional Argentino es el himno oficial de la Argentina
que nos identifica como Nación, originalmente fue llamado Marcha
patriótica, luego Canción patriótica nacional y posteriormente Canción
patriótica. Es un canto lirico
creado para rendir homenaje y mostrar respeto a la patria, es un símbolo patrio
y como tal merece el reconocimiento y respeto de todos. En una publicación en
1847 lo llamó "Himno Nacional Argentino", nombre que conserva hasta
nuestros días. La versión original del himno dura 20 minutos y en 1924 fue
abreviado a entre 3 minutos 30 segundos y 3 minutos 53 segundos.
El Triunvirato
entendió que debía darle al pueblo un canto nacional de mayor
importancia que el que hasta entonces se entonaba. En un oficio del 22 de julio
de 1812 dirigido al Cabildo de Buenos Aires, sugería a éste que mandase a
componer "la marcha de la patria", para ser ejecutada al principio de
las funciones teatrales, debiendo el público escucharla de pie y descubierto,
así como en las escuelas al finalizar diariamente las clases.
En 1813, se reunió una Asamblea
Soberana que se encargó la creación de esa canción, se le solicitó la música al
abogado Vicente López y Planes, y posteriormente la música a un empresario
teatral catalán llamado Blas Parera.
Durante mucho tiempo hubo debates alrededor de la
letra y música de la marcha patriótica. Recién el 24 de abril de 1944 el
decreto 10.302 puso fin a las disputas acerca de sus versos, ritmo y armonía,
quedando así establecida la letra oficial del Himno Argentino. En cuanto a la
letra, el 30 de marzo de 1900 el presidente Julio Argentino Roca sancionó un decreto para que en las
festividades oficiales o públicas, así como en los colegios o escuelas del
Estado, sólo se canten la primera y la última cuarteta y el coro de la canción
sancionada por la Asamblea General del 11 de mayo de 1813.
Sin
producir alteraciones en el texto del Himno Nacional, hay en él estrofas que
responden perfectamente al concepto que universalmente tienen las naciones
respecto de sus himnos en tiempo de paz y que armonizan con la tranquilidad y
la dignidad de millares de españoles que comparten nuestra existencia, las que
pueden y deben preferirse para ser cantadas en las festividades oficiales, por
cuanto respetan las tradiciones y la ley sin ofensa de nadie.