miércoles, 26 de junio de 2013

LEER TODOS LOS DÍAS EN EL AULA CON LOS ESTUDIANTES...SIGUE SIENDO LA APUESTA Y LA PROPUESTA !!!

 “. . . la lectura como oportunidad humana de comprender y recrear el
mundo y ampliar nuestras posibilidades de ejercer la libertad para transformarlo.”

                                                                                                             Luis Bernardo Peña

“Por alguna razón pensamos la lectura como algo personal, íntimo, cuando no tiene por qué ser así; […] la literatura podría ganar muchos lectores si la gente tuviera oportunidad de reunirse a leer. La lectura en voz alta es el modo de lograr que cada estudiante pueda leer y leerse, solo, después, en la intimidad: ese diálogo con uno mismo que, según Hanna Arendt, es la gran conquista del espíritu humano”. Leopoldo Brizuela (2009)

Fundamentación*
Entre las estrategias diseñadas por el Ministerio de Educación para fomentar la lectura, se ha establecido la importancia de compartir lecturas en voz alta de manera cotidiana, sistemática y significativa como primer paso hacia otras múltiples modalidades de lectura. Dicha acción, orientada a docentes, estudiantes y otros integrantes de las comunidades escolares se enmarca en el fortalecimiento de la escuela como comunidad de lectores. Experiencias europeas y estadounidenses (Treleasse, 2004) están obteniendo buenos resultados en este sentido.
En nuestro país, el escritor Mempo Giardinelli (2006) ha publicado un ensayo que incluye esta propuesta que instala y fortalece la idea de que la escuela es un espacio en el que se lee y no un lugar en el que se habla de la importancia de la lectura.
Se trata de habilitar el espacio de la lectura socializada que también propone Teresa Colomer (2008) y que propicia el compartir con los demás, implicarse y responder, contrastar  y construir sentido, usar un lenguaje metaliterario, construir referentes colectivos.
Este lineamiento que se incluye en la propuesta “Leer con todo”, devuelve a la lectura su centralidad en el ámbito de la escuela, no solo en la clase de literatura sino en todos los espacios curriculares, tal como se la reconoce en la Ley Nacional de Educación. Es una de las muchas formas en que la escuela puede asumir su responsabilidad de garantizar a cada uno de sus estudiantes el derecho a leer.


La propuesta: Leer juntos todos los días...
La lectura en voz alta compartida es un primer paso para la formación de una comunidad de lectores en la escuela. Los textos serán seleccionados amorosamente por el docente, variándolos en términos de tipos textuales y de un progresivo nivel de dificultad. Serán escogidos pensando en un recorrido lector a largo plazo que el mismo grupo de niños irá construyendo durante toda la escolaridad.
Propiciar la conversación sobre lo leído. Hacerlo sin pretensiones, de la misma manera que la sostenemos sin pudor sobre la película o la música compartida, en la que prima el respeto por el gusto y la interpretación de cada uno. Como sugiere Graciela Montes: habilitar la lectura, habilitar la perplejidad, el deseo, el desequilibrio, la búsqueda de indicios y la construcción de sentido. O el silencio, que en muchas ocasiones produce aquello que conmueve.
Se trata de leer por placer, entendido esto no como entretenimiento fácil sino como lo concibe el escritor y crítico argentino Noé Jitrik (2009): “La lectura es un vértigo, a veces duro y difícil, a veces delicioso, todos tuvimos ese placer, esa epifanía: al comprender que se está leyendo, que se lo puede hacer, que se es capaz de ese esfuerzo, de ese pensamiento complejo y revolucionario implica reconocer una capacidad [...]”.
Lejos de “desescolarizar”, la práctica sistemática de lectura en voz alta habilita más tiempos para la lectura en la escuela, independientemente de los de la didáctica de la lengua.
Biografías, noticias, historias, artículos de divulgación científica, comentarios sobre películas, libros o videojuegos, poemas, cuentos, novelas por capítulos, humor, drama, historias familiares, todo cabe en los minutos diarios de lectura de un grupo que irá construyendo según sus intereses, su propio gusto, su pensamiento crítico, su identidad, su textoteca compartida, su camino lector.
Los niños educarán su sensibilidad si se procede como propone la escritora María Cristina Ramos: “Leyendo como quien hace llover, para disfrutar, para poner en movimiento la interioridad de todos, para activarnos internamente. No es inactividad la de quienes escuchan un texto poético […]. También es válido preguntarse como la autora ¿Por qué no compartir la lectura de poemas para que resuenen con su armonía en ámbitos a veces tan carentes de armonía? ¿Nos decidiremos a tender los medios que ayuden a consolidar una sociedad de lectores habilitados para destronar la superficialidad? ¿Nos decidiremos a acompañar lectores que además de ser hábiles y críticos sean hondos en sensibilidad?”.

La lectura en voz alta se complementa con la lectura silenciosa
La lectura en voz alta se puede complementar, sugiere Mempo Giardinelli, habilitando tiempos para la lectura silenciosa y personal, estrategia que, como bien dice T. Colomer, saber que es necesaria para formar lectores y viene practicándose desde hace décadas. La consigna, pues, es que se lleve a cabo de una vez por todas y todos los días.
Otras modalidades complementarias pueden ser la organización de tertulias dialógicas, tal como las ha experimentado el especialista español Ramón Flecha, la elaboración de murales de sugerencias para los docentes y estudiantes, la organización de jornadas de lectura comunitaria a las que se invite a familiares, vecinos o personal no docente a leer.


Objetivos de una propuesta pedagógica basada en la lectura en voz alta
  • Incorporar la centralidad de la lectura en los dispositivos curriculares e institucionales, como el Plan Estratégico o proyecto institucional de cada escuela.
  • Sumar la lectura compartida cotidiana como itinerario pedagógico, como espacio y formato novedoso para enseñar y aprender.
  • Atender a los intereses, necesidades y potencialidades de los estudiantes que irán definiendo su propio recorrido lector. Garantizar desde la escuela su derecho a leer.
  • Mejorar la calidad y la trayectoria educativa de los estudiantes que conocerán más autores, temas, tipos textuales, colecciones, nuevas formas de acceder a la información.
  • Experimentar nuevos formatos de organización escolar, nuevos roles y figuras adecuadas a la propuesta: docentes como modelos lectores, equipo institucional de fomento de la lectura (incluye al responsable de la biblioteca escolar), horarios semanales específicos para club de lectura de los docentes participantes y para la planificación de acciones.
  • Contribuir a la formación específica en fomento de la lectura de los docentes que participen.

Algunas recomendaciones
Las experiencias en prácticas de lectura en voz alta desarrolladas por docentes en escuelas de todo el país, nos llevan a considerar algunas sugerencias a tener en cuenta al encarar una propuesta de lectura compartida entre docentes y alumnos.
  • Establecer el momento de la lectura antes de comenzar con las tareas escolares del día. Es importante la sistematización, crear un tiempo y espacio amigable y cotidiano que se instale diariamente en el aula.
  • Leer en voz alta previamente el texto elegido. No todos los textos son para leer en voz alta: se deberá experimentar hasta encontrar los adecuados.
  • Buscar la entonación justa, enriquecer el texto con la expresión y la voz.
  • Calcular el tiempo de la lectura diaria.
  • Se sugiere que al menos el 70% de las lecturas sean literarias y un 30% de textos informativos, notas del diario, comentarios, textos humorísticos, cartas, u otros.
  • Al finalizar, darles la oportunidad a los alumnos de preguntar aquello que necesiten para comprender lo leído, sin caer en la tentación de “enseñar el texto” o imponer alguna interpretación.
  • Establecer cuándo termina el momento de la lectura. En este corte, se anunciará que al día siguiente continuará y luego comenzará la clase planificada para esa jornada.
  • No elegir textos que sean utilizados luego para otros aprendizajes. Es importante tratar de desvincular esta lectura de la tarea diaria, de modo que los chicos puedan diferenciar ese momento y relajarse.
  • Es interesante que los textos puedan ser elegidos también a sugerencia de los alumnos o los padres o familiares que quieran aportarlos.
  • Los textos no deben tener moralejas ni contenidos religiosos, teniendo en cuenta el carácter laico de la educación.
  • En el transcurso del año escolar se puede invitar a mamás, papás, hermanos, tíos o abuelos a realizar la lectura inicial.
  • Sugerimos que el tiempo de la lectura en voz alta tenga lugar al inicio de la jornada, sea cual fuere el área curricular asignada.
  • En los primeros grados es muy importante el papel de la imagen. Al tiempo que se va leyendo, buscar la forma de compartir las imágenes con todos los chicos.
  • Evitar el uso de fotocopias para la lectura. Ver, tocar y sostener en las manos un libro es, en sí, una estrategia de animación lectora.


A modo de conclusión


Implementar una estrategia institucional de lectura ha demostrado que mejora significativamente el vínculo entre niños y maestros. La experiencia de compartirla cotidianamente tiene además, múltiples significados positivos para los chicos: es un ejercicio cotidiano de pensamiento crítico, una forma de predisponerse a una clase distendida, un recurso para aprender a escuchar, un modo de acceso al conocimiento y, principalmente, un estímulo al deseo de seguir leyendo.

Es importante recordar que los maestros y la escuela son eslabones públicos primordiales y específicos que aportan a la construcción de pautas y conductas sociales. A partir de allí, tienen en sus manos la oportunidad única de aportar a la formación de lectores.
Por ello es que se hace imprescindible intervenir pedagógicamente para que los alumnos lean, escuchen leer, vean a sus educadores portar libros, llevarlos al aula, hablar de ellos; en definitiva, reconocerlos como modelos lectores.
La lectura en voz alta como forma de leer para otros se configura así como un espacio compartido de escucha mutua, de permiso para la imaginación, de democratización de la palabra. 


Referencias bibliográficas(Para profundizar el tema...)

- BRIZUELA, L. (2009). Leer en voz alta. Actas del 14° Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura. Resistencia, Chaco. Fundación Mempo Giardinelli.
- COLOMER, TERESA. (2008). Curso de Especialización en Lectura. Clase 2. Buenos Aires. Flacso.
- GIARDINELLI, MEMPO. (2006). Volver a leer. Propuestas para ser una nación de lectoresBuenos Aires. Edhasa Editorial.
- JITRIK, NOÉ (2009). “La lectura en el banquillo”, en El fomento del libro y la lectura/10Resistencia, Chaco, Fundación Mempo Giardinelli, p. 14.
MONTES, GRACIELA. (2001). Mover la historia: lectura, sentido y sociedad. Madrid. Fundación Germán Sánchez Ruipérez.
- RAMOS, MARÍA CRISTINA. (2009). Poesía y fomento de lectura. Actas del 14°Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Lectura. Resistencia, Chaco. Fundación Mempo Giardinelli.
- TRELEASSE, JIM. (2004). en Manual de lectura en voz alta. Bogotá, Colombia. Fundalectura.

* Texto de Natalia Porta López.
Extraido de: BUENOS LIBROS PARA LEER, BUENOS DÍAS PARA CRECER 1. Reflexiones y propuestas para el mejoramiento de la lectura en el nivel primario. Material elaborado por el Plan Nacional de Lectura en apoyo a la Política Nacional de Intensificación de la Enseñanza de la Lectura en el Nivel Primario: Lic. Silvia Storino.



EN LA PROVINCIA DEL CHACO, SIGUE VIGENTE LOS LINEAMIENTOS, ALCANCES Y OBJETIVOS QUE PLANTEA LA RESOL. 2183/10 DEL MECCyT, QUE ESTIPULA QUE  LOS DOCENTES DE TODOS LOS NIVELES Y MODALIDADES DEL SISTEMA ADUCATIVO PROVINCIAL DEBEN REALIZAR DIARIAMENTE CON SUS ALUMNOS, PRÁCTICAS DE LECTURA EN VOZ ALTA. SIGAMOS LEYENDO...!!!