miércoles, 29 de julio de 2015

PORQUE TODOS PUEDEN Y TODOS DEBEN ACCEDER Y DISFRUTAR DE LOS LIBROS Y LA LECTURA...

Uno de los momentos más hermosos e intensos que vivimos en la Feria del Libro Itinerante de la Localidad de Las Breñas, cuya segunda edición se realizó en el hermoso edificio de la Casa de Las Culturas, con el lema “leer y escribir nos hermana”, fue el taller de lectura que realizamos con niños, niñas, jóvenes, docentes y padres del "Centro Educativo Terapéutico CREDES", que recibe y atiende a una numerosa comunidad de estudiantes con necesidades educativas especiales.
Prof. Oscar Yaniselli  compartiendo lecturas  en voz alta
Con estos atentos y cariñosos lectores, compartimos la lectura de tres recomendables libros, que forman parte de las recientemente entregadas Colecciones Literarias para el Aula del 1° y 2° Ciclo del Nivel Primario: "Wilbur", de David McKee; "El día de campo de Don Chancho", de Keiko Kasza y "Una maripisa risa que riza" de María Cristina Ramos.
Acceder a libros y lecturas de calidad, con bellas ilustraciones, con verdadera densidad literaria, de autores reconocidos, son requisitos primordiales si buscamos seriamente permitir que todos -sin distinción ni limitación de ningún tipo- ingresen y se apropien amorosamente de la cultura escrita


Al final del encuentro, luego de intercambiar, sonreir y disfrutar de las lecturas realizadas, cada uno de ellos se llevó en calidad de obsequio, distintos ejemplares de publicaciones literarias con cuentos y poemas de diferentes autores, editados por Plan Nacional de Lectura.
Esta singular encuentro de lectura, sirvió además para intercambiar con los docentes, directivos y padres presentes, sobre diversos aspectos relacionados con el estímulo diario de la lectura -especialmente en voz alta- con los estudiantes que asisten a esta especial comunidad educativa

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Acordamos que las personas -fundamentalmente los niños y niñas- con necesidades educativas especiales, pueden, deben y necesitan leer; pero es conveniente -adaptar las estrategias lectoras a sus gustos y necesidades específicas para que puedan lograrlo de manera eficiente y deseen hacerlo de manera espontánea.
Advertimos que es responsabilidad del Estado y de los docentes como agentes ejecutores del mismo, proporcionar medios concretos y diferentes acciones didácticas para que la lectura -entendida como práctica social y educativa inclusiva y esencial- efectivamente esté al alcance de todos y todas.


Fomentar la lectura es algo más que desarrollar estrategias con los libros y no se puede limitar a un conjunto de acciones didácticas aisladas y eventuales. Se trata de descubrir con los alumnos la sensibilidad literaria, de cultivar el gusto y el placer de leer juntos. Esta meta sólo se logra a través de un proceso gradual, continuo y diversificado entre el mediador, el libro y el niño; a través de la concreción de un acuerdo y un desafío institucional que ha de ser (para todos) comprometido, voluntario y placentero y que se debe iniciar (en lo posible) en las edades tempranas de los estudiantes, provengan de donde provengan y desde las condiciones sociales o cognitivas de las que partan. Esto determinará, en gran medida, el camino a la lectura que cada estudiante logre consolidar.


Es necesario favorecer el acercamiento continuo entre libros y lectores, descubrir las posibilidades de utilización de los diferentes modos de lectura; es importante que desde los primeros años los niños y las niñas tengan, antes incluso de aprender a leer convencionalmente, la oportunidad de establecer una relación afectiva y no forzada con los cuentos, poemas, leyendas, fábulas, letras de canciones...es decir, con la literatura. Esta relación debe iniciarse, principalmente, con la conversación, la narración oral y la lectura en voz alta.


Más tarde se debe propiciar un encuentro más personal de los niños con el libro, en el que cada lector tenga la posibilidad de descubrir y satisfacer sus gustos; y logre, de este modo, desarrollar diferentes habilidades en relación con los textos. Esto no se consigue de forma espontánea sino que precisa de adultos mediadores (compañeros de lectura) que ayuden a cada uno de ellos a desarrollar una práctica sistemática, deseosa y reflexiva. El verdadero sentido del trabajo de fomento de lectura que debe realizar todo docente es posibilitar-habilitar-permitir el salto desde el saber leer, hacia el querer leer de modo libre y no obligado.