lunes, 30 de septiembre de 2013

LEÍMOS E HICIMOS LEER A NIÑOS Y DOCENTES DE LA EEP N° 675 DE RESISTENCIA

La lectura, y también la escritura, es un arte y, como todo arte requiere de tiempo, esfuerzo y mucha, muchísima práctica. Esta es especialmente importante para los niños menos favorecidos cultural y económicamente porque sólo en la escuela pueden encontrar los buenos libros que requiere su formación y el modelo lector encarnado en el maestro y en el bibliotecario, cuando lo hay.



Visitamos a la EEP N° 675 y su hermosa biblioteca nos cobijó para leer en voz alta con los alumnos de diversos cursos (aproximadamente 150 alumnos). Los principales invitados fueron aquellos niños que concurren habitualmente al Centro de Actividades Infantiles (CAI) , pero también participaron los demás alumnos.

Leímos varios cuentos de Keiko Kasza.
Ricardo Mariño en su Máximas y mínimas para la estimulación a la lectura plantea a los docentes su mirada en torno a las propuestas que se acoplan a la lectura, desde el humor: "Querido docente: si alguna vez al salir del cine alguien te detuvo en la vereda y te pidió que escribieras tres finales distintos para ese argumento, y esa experiencia te agradó y notaste que mejoró tu comprensión del filme, entonces está muy bien que continúes pidiéndoles a los alumnos que después de la lectura de un cuento señalen palabras esdrújulas, sensaciones olfativas o terminaciones en aba." 

Desconfía de los cuentos y novelas que sirvan para enseñar algo muy concreto. Si el libro demuestra claramente que los dientes deben cepillarse todas las noches, que no hay que discriminar a los asiáticos y que los enanos son personas, probablemente no tenga mucho valor literario. Las grandes obras literarias no enseñan nada, al menos no directamente, y, al contrario, crean encrucijadas que provocan más preguntas que respuestas."

Luego de la lectura, cada niño se llevó una publicación literaria de autores chaqueños.
Es decir que la lectura de cuentos, la lectura a otros por parte del alumno o del docente, valen en sí mismas. No requieren de cantidades de actividades posteriores que desvirtúan el valor de la palabra leída o escuchada, el valor de lo literario en este caso. Para profundizar en él, es interesante recoger los dones que tienen los cuentos según el escritor español Paco Abril. Aquí va una síntesis de ellos para ampliar o discutir:
el don del afecto (El solo hecho de contar el cuento es ya sinónimo de afecto, de apoyo y, al mismo tiempo de alimento a la permanente necesidad afectiva que tenemos los seres humanos);
de la aproximación a la realidad (A través del cuento, el niño comprende las tramas de la vida real, ya que en los cuentos, fundamentalmente, se utiliza un lenguaje ajustado a sus intereses, necesidades. Los cuentos llevan a la verdad a través del laberinto de la imaginación);

Con los más pequeños exploramos los libros de la biblioteca que llevamos al aula.
de la fuga (Los cuentos les permiten a los niños liberarse de la tensión de la realidad, de las imposiciones, los avisos, las recomendaciones);
del consuelo (Para que el don del consuelo haga efecto, se necesita dedicar tiempo y constancia a la lectura de cuentos);

Estantes abiertos de donde poder elegir qué libro leer rodean el rincón de lectura. 
de la palabra (Las palabras de los cuentos no son ruidos carentes de significado, al contrario, son palabras significativas que tienen sentido. El lenguaje de los cuentos es un masaje aliviador, toda vez que el lenguaje es una piel);
de la atención (La atención se agudiza al leer un cuento, los niños escuchan con los cinco sentidos. Este es un don imprescindible para disfrutar o aprender);

Liliana Bodoc, autora que siempre está presente en nuestras lecturas.
de la identificación (Niñas y niños se ven reflejados en los cuentos como si estuvieran viéndose en un espejo);
del deseo de leer más (Si a los niños les ofrecemos cuentos que les fascinen, desearán seguir leyendo);

La lectura puede ser desescolarizada leyendo, por ejemplo, en el patio.
del conocimiento y de la imaginación (Los cuentos no solo dan respuestas a las necesidades de los niños sino que también les suscitan todo tipo de preguntas. Las preguntas son la base para incitar a los niños a descubrir nuevos conocimientos y a desarrollar su imaginación).

Los libros álbum encantan a los pequeños y a también a los más grandes.
Para que algunos de estos dones se cimenten en los niñas y niños, el docente que lee en voz alta encontrará en su voz, el recurso expresivo para generar atmósferas, identificar personajes, crear suspenso, manejar el ritmo propio de cada cuento con el tiempo necesario para que ellos puedan construir la imagen de lo que escuchan. El momento y el espacio serán elegidos con cuidado, así como la historia. En principio deben poder ser disfrutadas por el propio docente, ya que esa sensación se transmite al leer.

Todos los niños se llevaron un publicación literaria
de los mejores autores argentinos.