Invitamos a participar de las terceras y cuartas
Jornadas Nacionales de Lectura "Escuela, Familia y Comunidad"
Jornadas Nacionales de Lectura "Escuela, Familia y Comunidad"
A lo largo de este año se realizarán
las Terceras y Cuartas Jornadas “Escuela, Familias y Comunidad” en todas las
unidades educativas del país de todos los niveles y modalidades para seguir
consolidando el vínculo entre la escuela y las familias en jornadas compartidas
en torno a las prácticas de lectura. En esta oportunidad, la propuesta es
concebirlas como un proceso de trabajo con dos hitos: un encuentro en Junio y
uno en octubre, a modo de cierre, en el día de las familias.
Planteamos cuatro entradas para
abordar las lecturas: arte, poesía, vida cotidiana y tradición oral. Aquí
encontrarán algunas ideas y sugerencias de actividades, sólo para enriquecer,
cambiar e hilvanar. Cada
institución, en función de la propuesta generada del recorrido pedagógico de
sus alumnos, definirá las propias.
NIVEL INICIAL
LECTURAS Y
ARTE
Observar una pintura o
escuchar atentamente una melodía son también modos de leer. Aunque no se
nombre, la palabra siempre está allí dando vueltas, otorgando sentido. Nos
aceramos a la obra desde la propia subjetividad y esas articulaciones que vamos
tendiendo constituyen lecturas posibles. Las Artes Visuales, la danza, la
música habilitan la experiencia del movimiento, permiten salirse un poco de la
linealidad encadenada del texto e internarse en una zona de sentidos múltiples
y simultáneos. Al entrar en contacto con una obra elaboramos también respuestas
posibles a la diversidad de preguntas que se abren (¿Por qué se disponen los
elementos de esta manera?, ¿Por qué éstos colores, esta textura, y no otros?,
¿Qué podría significar la aceleración del ritmo, la pausa, el silencio?, ¿Qué
está diciendo esta pieza?). Trabajar lectura y arte nos brinda la posibilidad
de explorar la sensibilidad y el mundo interior; de construir relatos para
imaginar mundos posibles.
Retratos
Para
trabajar con estas piezas se puede comenzar con la búsqueda en distintos
libros, infantiles y de adultos. Se invitará a observar retratos de distintas
épocas y a leer esas imágenes (cómo es la luz, los colores, los trazos
utilizados). Podrán integrarse fotografías y los retratos escolares, tan
arraigados entre las prácticas institucionales. Luego, los niños y las familias
producirán sus propias obras que formarán parte de relatos o biografías
individuales y grupales. Para el cierre, se puede armar una muestra de álbumes
colectivos de retratos elaborados con técnicas variadas.
Ponele la tapa
La
presentación del libro desde su tapa y los distintos paratextos es un gran paso
para el acercamiento a la lectura, promueve la anticipación y posibilita la
exploración de los elementos del diseño, el arte y la diagramación. Se puede
invitar a las familias a que presenten libros significativos en su vida y la de
los niños. La escuela puede aportar los de la biblioteca o de los mismos
docentes. Se escucharán las historias, se observarán las tapas y se hará una
ronda para elaborar portadas para cuentos conocidos o inventados. La
experiencia podrá cerrar con una muestra de las tapas artesanales, leyendo historias
e integrando los libros aportados por las familias.
LECTURAS Y VIDA COTIDIANA
Textos
y palabras nos rodean. En la calle, en la plaza, en el club; en recetas, cartas
y correos electrónicos; en mensajes de texto, publicidades e instrucciones.
Palabras que dicen y nos nombran, que otorgan identidad, certifican, sancionan
derechos y fijan obligaciones. Preguntarse por el valor de la lectura puede ser
el primer paso para revisar nuestras prácticas cotidianas y descubrir la
diversidad de inscripciones que entran en juego día a día. Desde las
actividades más triviales a la vida académica y profesional, la escritura y la
lectura son prácticas troncales sobre las que se constituye todo lo demás. En
una época signada por lo fragmentario, la superposición de sentidos y el
intertexto, la escuela tiene la posibilidad de habilitar el encuentro con
diversos materiales para acompañar la conformación de recorridos textuales
propios y colectivos que siembren la constitución de lectores virtuosos; es
decir, hombres y mujeres más libres.
Siguiendo pistas
Hay
recetas, instructivos y guías para cocinar, arreglar la ropa o poner en marcha
una máquina. La propuesta consiste en seleccionar diversos textos instructivos
para reconocer en ellos estructuras y paratextos. Los materiales se pueden
organizar, clasificar y ser parte de alguna propuesta de alfabetización inicial.
Podemos armar soportes con los textos reunidos, clasificados según los
elementos paratextuales La experiencia puede culminar en octubre con un
encuentro de intercambio de recetas y comidas compartidas con miembros de la
comunidad.
Se invita a
la comunidad a intercambiar y compartir costumbres vinculadas con el tiempo
libre: cocinar, recibir visitas, coser, pintar, hacer arreglos. En ese marco se
propone recuperar la práctica de tejer como experiencia colectiva. Se presentarán
textos vinculados con la historia de la actividad y se invitará a explorar los
materiales. Luego, las familias y la comunidad podrán participar en encuentros
de tejido y escucha de relatos. La experiencia pude culminar con una gran ronda
de cuentos y la composición de una manta formada con los tejidos de todos.
LECTURAS Y LITERATURA:
Juego,
emoción, belleza. La poesía es el género literario que se abre hacia la palabra
sensible. Leer literatura, poesía en particular, contribuye a educar la mirada
emotiva, estilística y creativa, al tiempo que invita a sacudir la lengua y
jugar con las estructuras. Permitir que las palabras bailen, se estiren, se escondan,
se encuentren, se contaminen y hagan estallar el significado único, es lo que
da lugar a la multiplicidad de sentidos y entradas: el poema puede leerse en
horizontal, vertical, diagonal; siguiendo las mayúsculas o reponiendo puntos y
comas.
Al
aventurarnos al lenguaje poético tendemos un puente hacia los otros, a
compartir una palabra viva que se orienta a sentir más que a enseñar. Nos
adentrarnos en la experiencia estética para dejarnos cautivar por su geografía
y sus sonidos. En el poema suspendemos la velocidad de lectura para permitimos
leer y mirar en clave plástica a partir de la forma. En el poema, una
musicalidad propia invita a escuchar ese pulso que van marcando el ritmo, la
repetición, el silencio, la sonoridad.
Todos a dormir
¿Y si te
canto? A la noche todo está oscuro, la canción de cuna cobra sentido, se hace presente
y quita, casi mágicamente el miedo. Acunar, abrazar, acompañar con nanas. Los encuentros
de lectura de canciones de cuna, en particular de países latinoamericanos irán
enriqueciendo la propuesta. La lectura grupal y el armado de álbumes con los
textos recopilados constituyen una buena excusa para culminar, además, con un
encuentro de intercambio de nanas, por países, por generaciones, ampliando los
repertorios culturales.
Limericks que vienen y
van
Los versos
llamados Limericks han sido populares en los países anglosajones. María Elena
Walsh recuperó y recreó este género en su libro Zoo Loco, y generaciones y
generaciones de niños han jugado con la estructura de cinco versos, riendo e
inventando rimas. La propuesta puede comenzar con la presentación de la autora,
otros autores y sus obras. Luego, se puede invitar a crear animales dejándose
llevar por la musicalidad del ritmo poético. La experiencia puede culminar con
un encuentro de animalarios ilustrados por los niños, niñas y sus familias y la
lectura de sus poemas.
LECTURAS Y TRADICIÓN ORAL
Relatos
que nos llegan de lejos, entregados de generación en generación. Historias que
cuentan y dan cuenta de nuestra historia, versiones que se entraman en la
memoria de una cultura. Desde la antigüedad, la narración se vincula con la
circulación de saberes. Contamos
historias para compartir la propia experiencia con los demás; relatos que luego
se repiten, se modifican, se ajustan… y vuelven a contarse. La tradición oral
se apoya en la identidad colectiva, se cimienta en la relación interpersonal y
en el reconocimiento de un “nosotros”. Se narra para ofrecerse a otros, para
brindar ayuda, sosiego, información, ejemplo o simplemente disfrute. Se
traspasa aquello que importa para la comunidad, que encierra una visión del
mundo, unas costumbres y valores determinados. Refranes, fábulas, leyendas,
moralejas, canciones de cuna, rondas, cuentos populares, relatos de pueblos
originarios, conforman nuestra identidad. Llegado el momento, seremos nosotros
quienes recreemos esas narraciones para las futuras generaciones. Compartir la
lectura de dichos relatos, incorporar el aporte de las narraciones propias de
cada comunidad es una experiencia que enriquece y sedimenta nuestro patrimonio
cultural.
Juego que juego
Los juegos
de antes y los de ahora pueden ser motivo de encuentro, búsqueda y
comunicación. Se puede comenzar con una ronda, en la que cada uno cuente a qué
juegos jugaba en la infancia, en su comunidad. También se puede incluir un espacio
para leer en voz alta, compartiendo desde el recuerdo y desde el presente
anécdotas y relatos. Se puede seguir con una mesa de libros de juegos, cuadros
o imágenes de personas jugando en distintas épocas o lugares. La experiencia puede
culminar con una plaza de juegos y lecturas y con la invención de nuevas
propuestas lúdicas ideadas por la comunidad elaborando y leyendo los
reglamentos.
Adivina adivinador y
mucho más
Las
adivinanzas pueden servir para jugar con libros de disparates, trabalenguas,
cantos y cuentos de nunca acabar. Luego de la presentación del material podemos
armar pequeñas colecciones de libros artesanales donde se ilustren adivinanzas conocidas
y otras, nuevas, hechas colectivamente, cantos y cuentos. Las producciones
pueden pasar de casa en casa y crecer con nuevas propuestas. Se puede culminar
con un gran intercambio de adivinanzas con pistas a encontrar en los árboles de
las plazas, en las veredas, en el patio de la escuela y un cierre con la
presentación de los textos artesanales.