"Escribir una historia viene a ser lo mismo que vivirla.
Te encontrás con las incertidumbres que los personajes traen y te van mostrando.
Y lo que vos hacés es narrar lo que hacen, las decisiones que toman,
las que no toman, lo que está fuera de su decisión, lo que no alcanzan a entender.
Escribo cuentos para entender qué le pasa a esa gente que los habita y los padece. "
Iris Rivera
Los
cuentos han sido la compañía del hombre a lo largo de todas las
culturas. Algunos fueron transmitidos oralmente, de generación en
generación y otros, se plasmaron en la escritura, a través de versiones
de los primeros o de nuevas creaciones que se amplían y multiplican
incesantemente en el mundo de hoy en, por ejemplo, el campo de la
Literatura Infantil y Juvenil.



María
C. Venegas (1994:215) identifica entre los criterios a tener en cuenta
al seleccionar un cuento a leer: el contenido de la historia, el
auditorio (en cuanto a su familiaridad o no con la actividad), la
disponibilidad de tiempo y las circunstancias en que se da la
presentación del material así como los objetivos que se desean alcanzar.
En particular en cuanto al contenido, la autora recomienda que posean
las siguientes características: "una mezcla de cotidianeidad, humor y
fantasía; una intriga bien construida y mucha acción; un mínimo de
descripciones largas; imágenes y comparaciones familiares adaptadas al
grupo y la presencia de repeticiones y fórmulas que permitan concentrar
la atención y sean atractivas y memorables".

Los
números romanos comprendieron que su tiempo había pasado y negociaron
ser utilizados para la base de los monumentos, donde llevan una vida muy
feliz y son muy respetados.
Hoy
la mayoría de la gente no sabe que los números que utiliza son árabes. A
nadie en su sano juicio se le ocurriría dejar de usarlos porque son
extranjeros. Aunque la pregunta correcta es: ¿de verdad son extranjeros?
¿qué rayos significa ser extranjero?

"Querido docente: si alguna vez al salir del cine alguien te detuvo en
la vereda y te pidió que escribieras tres finales distintos para ese
argumento, y esa experiencia te agradó y notaste que mejoró tu
comprensión del filme, entonces está muy bien que continúes pidiéndoles a
los alumnos que después de la lectura de un cuento señalen palabras
esdrújulas, sensaciones olfativas o terminaciones en aba. Desconfía de
los cuentos y novelas que sirvan para enseñar algo muy concreto. Si el
libro demuestra claramente que los dientes deben cepillarse todas las
noches, que no hay que discriminar a los asiáticos y que los enanos son
personas, probablemente no tenga mucho valor literario. Las grandes
obras literarias no enseñan nada, al menos no directamente, y, al
contrario, crean encrucijadas que provocan más preguntas que
respuestas."
Es
decir que la lectura de cuentos, la lectura a otros por parte del
alumno o del docente, valen en sí mismas. No requieren de cantidades de
actividades posteriores que desvirtúan el valor de la palabra leída o
escuchada, el valor de lo literario en este caso. Para profundizar en
él, es interesante recoger los dones que tienen los cuentos según el
escritor español Paco Abril. Aquí va una síntesis de ellos para ampliar o
discutir:
- el don del afecto (El
solo hecho de contar el cuento es ya sinónimo de afecto, de apoyo y, al
mismo tiempo de alimento a la permanente necesidad afectiva que tenemos
los seres humanos);
- de la aproximación a la realidad
(A través del cuento, el niño comprende las tramas de la vida real, ya
que en los cuentos, fundamentalmente, se utiliza un lenguaje ajustado a
sus intereses, necesidades. Los cuentos llevan a la verdad a través del
laberinto de la imaginación);
- de la fuga (Los
cuentos les permiten a los niños liberarse de la tensión de la
realidad, de las imposiciones, los avisos, las recomendaciones);
- del consuelo (Para que el don del consuelo haga efecto, se necesita dedicar tiempo y constancia a la lectura de cuentos);
- de la palabra (Las
palabras de los cuentos no son ruidos carentes de significado, al
contrario, son palabras significativas que tienen sentido. El lenguaje
de los cuentos es un masaje aliviador, toda vez que el lenguaje es una
piel);
- de la atención
(La atención se agudiza al leer un cuento, los niños escuchan con los
cinco sentidos. Este es un don imprescindible para disfrutar o
aprender);
- de la identificación (Niñas y niños se ven reflejados en los cuentos como si estuvieran viéndose en un espejo);
- del deseo de leer más (Si a los niños les ofrecemos cuentos que les fascinen, desearán seguir leyendo);
- del conocimiento y de la imaginación (Los
cuentos no solo dan respuestas a las necesidades de los niños sino que
también les suscitan todo tipo de preguntas. Las preguntas son la base
para incitar a los niños a descubrir nuevos conocimientos y a
desarrollar su imaginación).

La
construcción de la propia identidad lectora por parte de los alumnos,
incluirá también la observación del docente como modelo lector. El
estímulo que representa en cuanto a la posibilidad de compartir
lecturas, de descubrir y deslumbrar-se, ofician como un aliciente en el
camino del alumno como lector autónomo.
- Como señala J. Larrosa (2006:30) "El
maestro de lectura se hace responsable, primero, de las palabras que ha
recibido como un don de la lectura y que, a su vez, quiere dar a leer.
Esa responsabilidad que se llama respeto, atención, delicadeza o
cuidado, le exige desaparecer él mismo de las palabras que da a leer
para darlas a leer en su máxima pureza. Y el maestro se hace también
responsable de los nuevos lectores que deberán producir nuevas lecturas.
Por eso también tiene que desaparecer en la lectura de lo que da a leer
para que sea una lectura nueva e imprevisible.”
Leer
y dar a leer cuentos en la escuela es un acto generoso, provocador de
entusiasmos que se sostendrán a lo largo de toda la vida, HAGÁMOSLOTODOS LOS DÍAS!!!