El
teatro en la escuela primaria constituye un género olvidado y relegado
casi siempre a los actos escolares. Sin embargo, es infinita la
posibilidad que emerge de la lectura de obras teatrales como vehículo de
la comunicación, la expresión, la emotividad, la transferencia de
situaciones conflictivas, la discusión y el debate, sólo por citar
algunas de sus múltiples facetas.
PALABRAS EN ACCIÓN
El
teatro es un lenguaje artístico que utiliza la metáfora, lo simbólico,
pero como pocos géneros literarios requiere el compromiso o la presencia
de varias personas; se trata de un fenómeno social y cultural. En
principio, porque la finalidad primera del teatro es la de ser
interpretado ante un público, con quien se ponen en evidencia las
sensaciones y la aprobación o no del espectáculo: como expresa Nora Lía
Sormani, el teatro es: “El arte de la escena en vivo, que se encarna en
los cuerpos de los actores, en un encuentro de presencias con los
espectadores”.
Pero
también porque en el teatro existen varios roles que deben ser
distribuidos entre distintos actores: desde la escritura del texto y la
actuación en sí misma, hasta la escenografía, el vestuario, la dirección
escénica, el sonido e iluminación y por qué no, la difusión de la obra
mediante afiches, publicidad o volantes.
El
teatro desde siempre ha buscado la forma de expresar diferentes
visiones de la realidad, conforme la época en que es o ha sido
representado, y por lo tanto es un lenguaje cuya riqueza, posibilidades
de interpretación, recreación y resignificación son imprescindibles para
el trabajo en el aula.

Las
primeras manifestaciones teatrales provienen de los bailes y danzas
rituales, expresiones dramáticas que usualmente llevaban a cabo los
magos y chamanes de las tribus, a veces acompañados de grupos corales, y
cuya música y danza eran una suerte de representación con distintos
fines, pero sobre todo el de ahuyentar espíritus malignos. Se tratara de
sanaciones, pedidos climáticos, o deseos de triunfo, las danzas
rituales son tan antiguas como la humanidad, desde el momento en que se
constituye su ser social y cultural.
En
Grecia nace el teatro concebido como tal, aunque también proveniente de
los rituales en homenaje al dios Dionisio. La palabra teatro viene del
término griego thèatron que
significa mirar. Entre el siglo VII al V antes de Cristo, toma la forma
de Tragedia griega. Buscaba en sus inicios que el público presente
pudiera adjudicar sus propias emociones “negativas” a un personaje que
las representara, obrando a modo de catarsis. Dionisio, dios del vino,
era representado como un macho cabrío, y lo acompañaban ditirambos
(alabanzas en forma poética) con música, que luego se transformaron en
diálogos entre los coreutas y el actor.

Los
más grandes escritores teatrales de la Grecia antigua son Esquilo,
Sófocles, Eurípides y Aristófanes, este último especializado en comedia.
En general, los escritores eran los mismos intérpretes de las obras.
A
través de la historia, el teatro siempre fue una interpretación de la
vida, tanto la religiosa, como la política o cultural. En la era
medieval surge la misa cristiana como una suerte de personificación
teatral de la vida y la muerte de Cristo. Luego van agregádose elementos
mundanos y cómicos que hacen que este género abandone las iglesias,
dando lugar al teatro medieval profano, cuyos autores son anónimos. Con
la Reforma protestante se le pone fin al drama sacro y nace el teatro
renacentista; allí surgen el teatro neoclásico, la ópera, la comedia del
arte, el teatro francés, el teatro isabelino y de la restauración y el
siglo de oro español. En este período se destacan Molière, William
Shakespeare, Miguel de Cervantes y Félix Lope de Vega.
Le suceden luego entre los siglos XVIII y XIX, el teatro romántico, el burgués, el melodrama, y cada vez más se va trans- formando en un vehículo de explicación de la realidad, de los fenómenos científicos o psicológicos o de los problemas sociales.
Le suceden luego entre los siglos XVIII y XIX, el teatro romántico, el burgués, el melodrama, y cada vez más se va trans- formando en un vehículo de explicación de la realidad, de los fenómenos científicos o psicológicos o de los problemas sociales.


Pero es con el dramaturgo y pedagogo Augusto Boal y su Teatro del oprimido,
que nace en Brasil en 1960, cuando el pueblo y sus manifestaciones
sociales son los protagonistas del hecho teatral, buscándose la
motivación del espectador para generar acciones reales que lo conduzcan a
la liberación.
La
Argentina no escapó al común de las naciones colonizadas, y tuvo sus
obras clásicas y líricas, así como las populares zarzuelas y vodeviles;
pero fue el Circo criollo el que, en una fusión entre el circo y el
teatro, llevó a escena los abusos y las injusticias por las que atravesaban
nuestros gauchos y tantos otros conflictos sociales derivados de las
grandes desigualdades (por ejemplo la obra Juan Moreira). Con la llegada
de los inmigrantes desembarca el sainete, transformado en criollo, y la
comedia de costumbre. A partir de 1930 surge el teatro independiente,
que trata de diferenciarse del teatro comercial, y sus autores más
destacados son Aurelio Ferreti, Carlos Gorostiza, Osvaldo Dragún, Andrés
Lizarraga y Agustín Cuzzani. De este movimiento surgen varias líneas,
trazando un para- lelismo con lo que ocurre en Europa, y aparecen
Ricardo Halac, Roberto Cossa, Ricardo Talesnik, Eduardo Pavlovsky y
Griselda Gambaro, autores de “La fiaca”, “Los siameses” o “El señor
Galíndez” entre otras obras memorables.
A
principios de los años 80, en plena dictadura, el fenómeno llamado
“Teatro abierto” recorrió durante cuatro años distintos escenarios con
obras cortas, de autores comprometidos que expresaron aquello que les
era silenciado durante el gobierno anticonstitucional. De esta manera,
enfrentó la opresión ejercida por el poder a través de la censura y
generó una grieta desde donde resistir a los mecanismos de sumisión por
los cuales se pretendía acallar la voz de la población. Del mismo modo
surge hace unos años “Teatro por la identidad”, que narra el drama de
las personas desaparecidas y aquellas nacidas en cautiverio durante la
última dictadura militar, así como la búsqueda incansable de justicia y
de la propia identidad.
Como
vimos, el teatro ha recorrido los caminos de la humanidad expresando
sus luchas, sus retrocesos, sus búsquedas individuales y colectivas. Ha
reflejado la imposición de credos, la construcción de mitos, la búsqueda
de la liberación, entre tantas vertientes y problemáticas abordadas.
Hasta hoy, esta expresión artística ha acompañado las alegrías y
preocupaciones de los miembros de cada cultura, poniendo en escena los
logros y luchas que marcan cada momento histórico.
Teatro en el aula
Si
bien su concepción tiene que ver con la puesta en escena y la
representación en público, también el teatro es un texto que al ser
leído, en silencio o en voz alta, permite la creación de imágenes
escénicas, estéticas y simbólicas. Ellas son muy importantes para el
desarrollo de la vida escolar y el aprendizaje de los alumnos.
La
lectura de literatura dramática permite al lector interactuar con el
texto, atribuir significados, interpretar y relacionar y sobre todo,
imaginar en ese múltiple lenguaje lo que se dice y lo que no se dice.
Tiene
grandes ventajas para su lectura en el aula dado que se trata de un
estilo conversacional, construido por diálogos, con frases cortas,
generalmente muy dinámico y que encierra un conflicto que debe desatarse
y resolverse.
El
teatro es arte, llevado a escena o leído entre los compañeros del aula.
Es una forma de intercambio de roles, de trabajo conjunto, de dobles
lecturas en su formato entre diálogo y acotaciones, así como de pura
expresión, ya que la manera de decir o de preguntar puede cambiar el
significado del texto.
Entre los títulos que componen la colección que llega hoy a las escuelas primarias, encontramos La tortuga gigante de Galápagos, escrito
e ilustrado por Rébecca Dautremer. Esta edición de Edelvives es una
verdadera obra de arte, con la que podemos comprobar que el teatro puede
ser leído a solas y con otros, conjugando las imágenes con los textos
en un juego inquietante y maravilloso. También encontraremos Teatro 1, de
Hugo Midón -con tres comedias musicales de su autoría: “Huesito
Caracú”, “La familia Fernándes” y “Stan y Oliver”-, libro que viene
acompañado por un cd con la música de Carlos Gianni. Es otra variante
del teatro: la comedia musical. El reglamento es el reglamento, de
la entrañable Adela Basch, nos propone obras breves y divertidas, con
juegos de palabras y metáforas en las que privan los malos entendidos.
Esta pieza además se encuentra representada en el dvd de Las abuelas nos cuentan, elaborado por Abuelas de Plaza de Mayo
y el Ministerio de Educación, y que fuera distribuido en todos los
establecimientos escolares en el año 2010. El video puede bajarse desde
el link:
http://www.abuelas.org.ar/areas.php?area=educacion.php&der1=der1_edu. php&der2=der2_edu.php
El teatro también puede ser una invitación a la escritura: la adaptación de un cuento o novela corta es una propuesta posible. Transformar la narración en diálogos, elegir los personajes y describirlos, reducir los diferentes paisajes y espacios a una escenografía concreta, es un interesante trabajo de creación, un desafío difícil pero no imposible. Las creaciones colectivas pueden ser el comienzo de una puesta teatral: partiendo de un conflicto, los estudiantes pueden crear diferentes escenas, escribirlas y darles forma.
El
juego dramático debería estar presente con más frecuencia de lo que se
encuentra hoy en las aulas, para permitir alumnos más críticos,
participativos, expresivos y libres. Tanto el teatro leído, como el
Kamishibai (pequeños teatros de papel), o el teatro de títeres, entre
muchas otras modalidades son espacios en los que la construcción de un
hecho expresivo de creación colectiva es la impronta fundamental. Los
invitamos a apostar al teatro para construir una escuela mejor entre y
para todos.
Como dijo el gran autor español Federico García Lorca: “El
teatro es una escuela de llanto y de risa y una tribuna libre donde los
hombres pueden poner en evidencia morales viejas o equívocas y explicar
con ejemplos vivos, normas eternas del corazón y del sentimiento del
hombre”.
* Extraído de: BUENOS LIBROS PARA LEER, BUENOS DÍAS PARA CRECER 1.
Reflexiones y propuestas para el mejoramiento de la lectura en el nivel
primario. Material elaborado por el Plan Nacional de Lectura en apoyo a
la Política Nacional de Intensificación de la Enseñanza de la Lectura
en el Nivel Primario: Lic. Silvia Storino.